martes, 10 de marzo de 2009

LA OVEJA PERDIDA

(Lucas 15, 1-7)
1 Los publicanos y los pecadores se acercaban para oírlo. 2 Y los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos».
3 Entonces les propuso esta parábola: 4 «¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la perdida hasta que la encuentra? 5 Cuando la encuentra, se la echa sobre sus hombros lleno de alegría, 6 y, al llegar a casa, llama a los amigos y vecinos y les dice: ¡Alegraos conmigo, porque he encontrado mi oveja perdida! 7 Pues bien, os digo que habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse».



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